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miércoles, 31 de agosto de 2011

Sobre las nuevas medidas de reforma laboral.

Fué el pasado viernes cuando el Gobierno aprobó una serie de medidas para paliar los efectos de la crisis en el mercado laboral. En concreto las medidas aprobadas han sido las siguientes: 

Contratos temporales. Se suspende durante dos años la prohición de encadenar contratos temporales. Hasta entonces no se podía encadenar más de 24 meses de contratos temporales en un período de 30 meses y transcurrido este tiempo la empresa debía hacer indefinido al trabajador o "dejarle marchar".
 
Conversiones. Se prolongan hasta el 31 de diciembre de 2012 las bonificaciones a la conversión de contratos temporales en indefinidos de fomento del empleo estable.
 
Formación. Se modifica el contrato para la formación. El nuevo contrato está dirigido a jóvenes de entre 16 y 25 años sin cualificación. Hasta 2013 se podrá extender a los 30 años. Incluye una medida muy interesante al distribuir la jornada en un 75% para el desempeño del trabajo y un 25% para formación para que estos trabajadores puedan adquirir una cualificación.
 
Indemnizaciones. Se extiende hasta 2013 la posibilidad de que el Fondo de Garantía Salarial pague 8 días de la indemnización por despido (sólo despidos procedentes).
 
400 euros. Trabajo confirma la prórroga por seis meses más, hasta el 15 de febrero de 2012 del programa Prepara que da 400 euros a parados que hayan agotado la prestación.
 
Fondos de despedidos. Se aplaza el compromiso de crear un fondo de capitalización individual de cada trabajador hasta el primer semestre de 2013.
 
De todas ellas, sin lugar a dudas, la que más revuelo a causado es la de eliminar las restricciones a la contratación temporal. Se presupone como una medida para evitar la destrucción de empleo y tal y como ha dicho el ministro de trabajo, Valeriano Gómez, se prefiere un empleo temporal a un parado. 
Evidentemente todos preferimos eso. Yo y cualquiera elige un contrato temporal antes que estar en paro, pero eso no quita que sea una medida injusta, quizás mal programada y veremos que efectos acarrea, aunque desde mi punto de vista no sé si será peor el remedio que la enfermedad.
Creo que es una medida injusta porque da mucho poder a las empresas. Pensemos como se desarrollaría el ciclo: 
 
Como empresario que soy contrato a los primeros trabajadores que creo que cumplen el perfil para los puestos que necesito. Si veo que trabajan bien, fenomenal. Si no trabajan bien, pues nada cuando finalice el contrato a buscar a otros. Esto teniendo en cuenta que soy un empresario decente y que respeta a sus trabajadores. 

Si fuera un empresario con dotes más cabroniles, pues ya se sabe, venga a trabajar más horas, más tiempo, sin descansos y sin medidas de seguridad y basicamente sin los derechos que como trabajador te corresponden, pero no te quejes porque en cuanto se termine el contrato tengo a miles como tú esperando para asumir mi yugo.  Antes, te podían motivar con la idea de que si trabajas bien, y como la ley establece un límite, podrían contratarte de manera indefinida. Ahora no te motiva eso, te motiva el hecho de sentirte afortunado por tener un trabajo frente a los millones de parados que no gozan de esa suerte.
 
Despedir a un trabajador con contrato indefinido (el de toda la vida) cuesta 45 días de salario por año trabajado. Con la reforma laboral del verano pasado, se establecieron los cauces para generalizar el contrato de fomento de la contratación indefinida (previsto inicialmente para colectivos específicos pero pasó a poder aplicarse a todo el  mundo) que viene a ser como un contrato indefinido pero con un despido más barato de 33 días de salario por año trabajado. En esta misma reforma, se aumentó la indemnización por despido de los contratos temporales, si bien pasaba de 8 días de salario por año trabajado a 12 días tan sólo. Además, se rebajó el despido objetivo si se alegan causas económicas por parte de la empresa a 20 días de salario por año trabajado. 
 
Los números hablan solos y como podeis observar resulta mucho más barato despedir a un trabajador temporal que a uno indefinido. Si ahora no existen límites para la contratación temporal las empresas podrán disponer como nunca lo han tenido de mano de obra facilmente desechable a la primera de cambio. 
 
La conclusión a la que pretendo llegar es que esta medida, aunque evite que se destruyan algunos empleos, aumentará la precariedad laboral que desde hace tiempo es el sinónimo, al menos en España, de la temporalidad. Personalmente, no sé si prefiero que aumente la lista del parados o que trabajemos mucho y mal. ¿El fín justifica los medios?. Para el Gobierno parece ser que sí.
 
¿Otras alternativas?. No soy un experto en economía, pero para mejorarla podemos hacerlo a través de dos opciones: ayudar a las empresas a rebajar sus costes o bien invertir para mejorar su competitividad. Creo que se deberían diseñar medidas encaminadas a la mejora de la productividad, aumentar el espíritu emprendedor y el autoempleo, y siempre observándolo todo desde una perspectiva de calidad y seguridad en el empleo. Invertir en I+D+I para ofrecer nuevos productos y servicios puede suponer un valor añadido que favorezca la competitividad y el aumento de los beneficios en las empresas. Considero que deberían plantearse medidas en este sentido, dado que el fomento de la contratación temporal más que evitar la disminución de empleo, es una arma para destruirlo.
 
Por otro lado, me gustaría decir que aunque no esté deacuerdo con esta medida, el paquete en general no me parece malo, dado que veo muy buena la prórroga del plan Prepara y, sobre el papel, el nuevo contrato para la formación también parece muy favorecedor para la mejora de la empleabilidad de muchas personas, especialmente aquellas que se beneficiaron del boom de la construcción y que se han quedado sin empleo ni cualificación con la llegada de la crisis. 
 
 
 
   

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