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jueves, 7 de julio de 2011

Crónicas de un orientador laboral: Vocación.

Hoy inauguro una sección en el blog a la que voy a intentar darle una continuidad más o menos periódica, dado que considero que puede aportar información interesante tanto a gente profana como experta en el área de la orientación laboral. Y es que pretendo aprovechar la circunstancia actual de crisis económica que vivimos para intentar ayudaros a todos los que necesitéis un poco de consejo en ese trabajo que supone encontrar un trabajo.

Como muchos de mi entorno sabréis he comenzado unas prácticas incluidas dentro de la programación del máster que estoy cursando (Máster Oficial de la Universidad de Cádiz en Orientación y Evaluación Socioeducativa).

Durante la impartición presencial del máster, tanto yo como mis compañeros tuvimos que elegir la entidad donde realizariamos las prácticas. La entidad que yo escogí, no sin un sin fín de dudas, fue el Centro de Referencia de la Orientación de la provincia de Cádiz o más comunmente conocido como CRO. 

Las principales dudas que me inspiraba esta entidad, se debían a que nos dijeron que el trabajo de esta entidad, no se basaba tanto en atender a gente desempleada y orientarles, si no que su carga de trabajo era más burocrática y de elaboración de documentación y materiales. 

Actualmente, tras haber finalizado la primera semana de prácticas, puedo afirmar que no me arrepiento en nada de haber escogido esta unidad. Por un lado, las actividades hasta ahora realizadas me han parecido de lo más interesante y en el futuro os iré explicando algunas de ellas. Por otro, el personal que trabaja en el CRO nos ha acogido tanto a mi como a mi compañera de prácticas de una manera fantástica y demostrándonos su apoyo desde el primer minuto en el que nos hemos incorporado. 

Muchos probablemente pensaréis, que he usado un título un tanto pretencioso para esta sección. Si estoy de prácticas y no he finalizado el máster, todavía no tengo la titulación que me permite ejercer como tal y en las prácticas sólo trabajo hasta los límites de responsabilidad que el convenio firmado nos confiere a los becarios. 

No obstante, lo que pretendo informaros con esta primera entrada es que creo haber encontrado una de mis auténticas vocaciones en esta vida (de ahí el título). Nunca he sido el tipico niño chico que desde que vivió una experiencia sabía que quería ser de mayor. Mis experiencias que han definido mi vocación quizá han sido tardias. 

Elegí mi carrera universitaria más por proximidad que por interés en ella. Al final, he ido descubriendo todo lo que una especialización en relaciones laborales, mercado de trabajo, normativa laboral, etc, puede aportar. Y es cuando comienzo unas prácticas dentro de la Universidad de Cádiz y mi participación en una asociación juvenil lo que me lleva a descubrir un gran interés en ayudar a las personas en su formación, en su educación, en el asesoramiento en la búsqueda de empleo. 

Ahora que empiezo a conocer las funciones exactas de un orientador laboral, sus procesos y metodología de trabajo, herramientas, competencias que debe desarrollar, etc, empiezo a darme cuenta de lo interesante y motivador que resulta dedicarse a esta profesión. 

Por ello, y para finalizar por hoy, os puedo prometer y prometo (como dicen los políticos :P) que desde hoy intentaré conseguir mi objetivo profesional de insertarme en el mercado de trabajo empleandome (lo más a fondo posible) en esta profesión de orientador laboral. 

Ya os contaré que tal me va. 

¡¡Portaos bien!!

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